Mejorar la precisión de las mediciones es fundamental para obtener datos fiables, y para ello hay que tener en cuenta la profundidad de inmersión en función del sensor. Calibrando y ajustando toda la cadena de medición -incluidos sensores y registradores de datos-, los ingenieros pueden garantizar la precisión y coherencia de sus lecturas, lo que se traduce en resultados más fiables en diversas aplicaciones.
Los registradores de datos suelen ser calibrados y ajustados por el fabricante antes de su envío. Para minimizar los posibles errores de medición que puedan producirse durante el uso habitual de los registradores de datos (ya sea con o sin transferencia de datos en tiempo real), se recomienda realizar periódicamente una revisión documentada de la calibración. Estas comprobaciones adicionales deben llevarse a cabo dentro de los ciclos de calibración y ajuste establecidos al menos una vez al año, en función de la frecuencia de uso y la sensibilidad de la aplicación validada sobre la base de una evaluación de riesgos. Pero, ¿a qué hay que prestar atención en estas comprobaciones?
Uno de los principales retos es respetar la profundidad mínima de inmersión del sensor de temperatura y calibrar toda la cadena de medición (sensor y electrónica). Se trata de factores que deben tenerse en cuenta durante la calibración y las mediciones posteriores. Si no se tienen en cuenta estos factores, podrían producirse ajustes o mediciones de temperatura incorrectos, lo que daría lugar a resultados de medición inexactos.
Los sensores flexibles pueden calibrarse en un calibrador de bloque para realizar comprobaciones rápidas. En cambio, los sensores de temperatura rígidos suelen requerir una calibración en un baño líquido, teniendo en cuenta la profundidad mínima de inmersión. En general, la mayor precisión de medición se consigue cuando tanto el sensor como la electrónica se calibran a la misma temperatura. Esto ayuda a minimizar los errores que pueden surgir del coeficiente de temperatura de la electrónica.
La capacidad del baño de calibración determina cuántos registradores de datos pueden calibrarse al mismo tiempo. Los baños de calibración Kaye permiten calibrar hasta diez registradores de datos a la vez.
Una regla esencial en la medición de temperatura es que un ajuste sólo se lleva a cabo cuando se ha alcanzado la estabilidad total. Los registradores de datos Kaye ValProbe Standard/RT ayudan a los usuarios con funciones de software adecuadas en el módulo de calibración y garantizan la estabilidad del sensor que se va a calibrar antes de iniciar el ajuste automatizado.
En conclusión
Tanto la profundidad de inmersión correcta como la calibración del sensor y la electrónica a la misma temperatura son aspectos esenciales para garantizar la máxima precisión en la calibración de los registradores de datos de temperatura. Prestando atención a ambos aspectos, pueden evitarse los errores de temperatura causados por el coeficiente de temperatura de la electrónica y por una profundidad de inmersión observada incorrectamente.
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